El estudio consiste en estudiar el caudal de agua que pasa por un punto del territorio donde se pretende contruir un paso elevado (considerando superficies de cuencas, escorrentias de los terrenos, etc.), con la consecuente canalización del arroyo. Se realiza a petición de la Confederación Hidrográfica del Tajo para un perido de retorno de 500 años.